Al final de los años treinta el relojero Levin llega a instalar su taller en un primer piso en el centro de la ciudad. Allí conoce a la señora Blanca, que vive muy silenciosa en el tercero, y juntos asisten al continuo cambio del barrio y de los vecinos. En los años ochenta llega un nuevo inquilino, un pequeño niño que alterará la vida en el edificio. La música y el movimiento de las viñetas acompañan al lector en una travesía por el centro de la ciudad de Bogotá; historia que podría transcurrir en cualquiera de las capitales latinoamericanas.